Una buena y una mala para River en Junín.
La alegría es que Miguel Ángel Borja quebró su peor sequía desde que llegó a Núñez: anotó después de 547 minutos (siete partidos) tras un gran centro de Franco Mastantuono.
En contrapartida, sigue sin dar confiabilidad y cada vez que su rival tiene una pelota parada o se para de contragolpe tiembla su estantería.
En el estadio Eva Perón volvió a encomendarse a las manos de Franco Armani..